jueves, 8 de diciembre de 2011

Niccol se queda a medio camino

Tal vez no he salido demasiado decepcionado del visionado de 'In time', porque en estos tiempos uno ya no suele esperar grandes cosas, pero sí, está bastante por debajo de lo que nos tiene acostumbrados Andrew Niccol, que aquí no logra repetir la jugada de 'Gattaca'.

La premisa de su último film es alucinante: en el futuro, gracias al dominio de la genética, podemos ser inmortales, pero para no agotar los recursos (o más bien para que los ricos sigan siendo ricos) a partir de los 25 años cada persona recibe un año de vida, que se emplea como moneda. Vivir más o menos, depende del tiempo que logre: trabajando, robando, como sea.

Sí consigue Niccol que el espectador sienta lo que sería una sociedad así, la urgencia por sobrevivir, por ahorrar ese tiempo que, ahora sí, es auténtico oro. La frase 'no tengo tiempo', adquiere de este modo un nuevo significado.

Pero, además, a partir de los 25 nadie envejece, lo que también abre otras posibilidades, apenas explotadas por el director norteamericano, como el hecho de que al cumplir los 25 eres tan viejo como tu madre o tu abuelo.

Por supuesto 'In time' también reflexiona sobre el dinero. Frases como 'No debe haber nadie inmortal si para ello una sola persona debe morir' deben entenderse como 'Nadie debe ser multimillonario si otros mueren de hambre'. Por ahí es por donde la película, esto es Hollywood, no profundiza y acaba quedándose muy en la superficie. A pesar de lo cual, y de una manera muy visual, Niccol muestra cómo en ese mundo futuro (igual que en el actual), hay zonas en las que viven los ricos y otras en las que los pobres sobreviven como pueden.

Lo más interesante es la policía de ese futuro (visualmente muy retrofuturista, a lo 'Gattaca'), encargada de velar porque el dinero, perdón, el tiempo circule como debe, de modo que los pobres no tengan más de lo que les corresponde y los ricos sigan disfrutando... de su tiempo.

¿Cómo cambiar esa situación? Ahí es donde también falla Niccol, en responder a esa pregunta, aunque su propuesta no deja de ser radical: robemos a los ricos y distribuyamos la riqueza entre todos. A eso se dedican los dos protagonistas, cual modernos Robin Hood, aunque actuando más a lo Bonnie & Clyde en la versión más descafeinada de esta pareja que hayamos visto.

Porque donde también falla Niccol es en convertir la cinta en un espectáculo de acción, un thriller de altos vuelos a lo 'Inception' o las mejores entregas de la saga 'Misión: Imposible', ya que en este apartado la película no funciona mal, pero también queda lejos de lo que podría haber sido.

La pareja protagonista, cumplidora pero poco más y sin excesiva química entre ellos, tampoco beneficia demasiado el resultado final. Y como era de prever, el personaje más interesante acaba siendo el 'guardián del tiempo', el implacable perseguidor de los fugitivos, encarnado con su intensidad habitual por Cillian Murphy, y que además tiene un vínculo con el pasado del protagonista y está obsesionado con salvaguardar el sistema, ese sistema inventado por los ricos para mantener su posición.

'In time' funciona como entretenimiento e invita a reflexionar, pero se queda en meros apuntes de lo que podía haber dado de sí como espectáculo y como drama. Niccol ha vuelto a tener una gran idea, pero esta vez no ha sabido aprovecharla al máximo.


PD: Y pese a todo, 'In time' tiene pinta de crecerse con cada revisión. Así, empezando a recordarla, uno vuelve a caer en la cuenta de algunas cargas de profundidad que se van apuntando casi sin que uno se dé cuenta, como en estas escenas:

1- ¿Cómo reacciona el sistema (los ricos) cuando los protagonistas empiezan a repartir tiempo a los pobres y estos cada vez tienen más (y por tanto vivirán más, a costa del tiempo de los ricos)? Pues subiendo los precios para que todo siga como antes.

2- El archimillonario advierte a los protagonistas que sus esfuerzos serán vanos, que en todo caso cambiarán las cosas un par de generaciones, porque todo el mundo quiere ser inmortal (millonario, vamos) y nadie se conforma con lo que tiene.

3- El prota (pobre) le pregunta a su chica (rica) cómo puede vivir sabiendo que ella tiene todo el tiempo que quiera y otros mueren a diario. Respuesta: Mirando hacia otro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario