miércoles, 31 de agosto de 2011

Abrams, aprendiz de Spielberg

J.J. Abrams aún no es Spielberg. Y ‘Super 8’ no es ‘ET’, pero a pesar de quedarse lejos de su modelo es probablemente el mejor blockbuster de este verano, el único que ofrece cine de verdad y que a los treintañeros nos recuerda aquellos veranos que pasamos viendo pelis como la del entrañable extraterrestre, ‘Los Goonies’ o las aventuras de Indiana Jones: aventura, espectáculo y emoción en estado puro.

Después de dos espectaculares capítulos en pantalla grande de ‘Misión: Imposible’ y ‘Star Trek’, Abrams ha abordado su proyecto más personal, aunque este homenaje al cine de Spielberg y al propio cineasta (imposible no ver en el grupito de protagonistas al director de ‘Tiburón’ y a sus compañeros de promoción Lucas y Coppola) acaba siendo excesivamente deudor del universo de Spielberg, de modo que la asignatura pendiente del creador de ‘Perdidos’ y ‘Fringe’ sigue siendo dar con un tono y un universo propio.

Mientras llega ese momento, se muestra casi tan hábil como su maestro a la hora de llevar al espectador a donde quiere, aunque aún no domina por completo el ritmo y se le va la mano en el tramo final con los efectos especiales. También se muestra mucho menos sutil que Spielberg en el desenlace, donde recurre a un simbolismo excesivamente ramplón, que funciona, pero queda como un subrayado excesivo “para espectadores tontos”. Igual es que el público actual está acostumbrado a que se lo den todo bien mascado. Ya me entenderéis.

En cuanto al monstruo, olvidaos de él. La película no trata de eso. Si ‘ET’ era en realidad un film sobre cómo un niño afronta el divorcio de sus padres y vive ese momento en el que se deja atrás la infancia, ‘Super 8’ aborda cómo el protagonista supera la muerte de su madre y la difícil relación con su padre, mientras vive el primer amor y comparte con sus amigos el sueño de hacer cine.

El monstruo es secundario, y como tal es la parte más floja de la película, la menos trabajada en el guión. Un guión al que tal vez le falta media hora más para acabar de desarrollar la parte de los niños, y en especial darle más personalidad a parte de la pandilla. Y es que quitando al protagonista y al director del corto -los dos grandes amigos-, la chica y el divertido ‘pirómano’ (ya lo entenderéis), los otros dos niños sobran por completo ya que no aportan nada.

Pero para compensarlo está Elle Fanning, que interpreta a Alice, esa niña con la que el padre del protagonista no quiere que su hijo tenga ninguna relación (un ‘misterio’ que se resuelve en uno de los mejores momentos del film). La joven actriz se come la pantalla cada vez que aparece y es lo mejor de la película. De hecho, sin ella no habría película, argumentalmente hablando. Va a dar mucho que hablar.

Sí, ‘Super 8’ podría haber sido mejor, pero esa película ya existe y se llama ‘ET’. Tal como está Hollywood ahora mismo, podemos darnos un canto en los dientes con que Abrams nos regale una pequeña maravilla como ésta, y también sentirnos afortunados por haber disfrutado en su momento con la obra maestra de Spielberg.

Y sí, la cinta de Abrams parece un mecano en el que todo -o casi- está en su sitio para funcionar como debe y, bajo la supervisión de Spielberg (que es quien paga), repetir el bombazo de ‘ET’, pero lo cierto es que consigue transmitir todos los sentimientos de esos adolescentes que viven la aventura de sus vidas: salvar a la chica del alien y sobrevivir entre mil explosiones, pero también crecer, hacer cualquier cosa por sus amigos y aprender a lidiar con sus padres. En suma, vivir. Esa es la gran aventura.




PD: Y no os perdáis los títulos de crédito finales, porque disfrutaréis con el corto que los chicos ruedan durante la película. Una de zombis muy especial…

1 comentario:

  1. yo soy de las idiotas que se pierde los créditos, pero los buscaré en internet.
    Me encantó la peli, pero entendí por qué todos los que estábamos en el cine éramos más o menos de la misma edad.

    Eso sí, me encantaría ver a los niños en versión original

    :-)

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