domingo, 13 de marzo de 2011

Un auténtico western... animado

Quizás uno de los motivos por los que ‘Valor de ley’ fue la gran perdedora de los últimos Oscar es que, una vez vista ‘Rango’ queda claro que a los Coen aún les queda mucho por aprender. La cinta de animación de Gore Verbinksi sí nos regala un western en estado puro, auténtico cine del oeste con muchos más personajes que el remake de los Coen, lleno de aventuras y de duelos en una calle polvorienta como los de antes.

Verbinski se marca un homenaje por todo lo alto a los spaghetti-western de Clint Eastwood, y sobre todo a su personaje de ‘El hombre sin nombre’, que hace que Tarantino llegue tarde con su próxima cinta-homenaje-plagio a ‘El bueno, el feo y el malo’. Y es que el sentido del humor es la principal característica que aporta ‘Rango’ a la mitología del western.

Un humor no reñido con la hondura y la reflexión, y es que, casi sin darnos cuenta, el director plantea un tema que puede dar mucho que hablar en el futuro. ‘Quien controla el agua, controla el mundo’, esa es la gran frase de una película en la que el agua reemplaza al dinero como moneda de cambio y hay quien especula con ella para dominar a los demás. La lucha de los granjeros para salir adelante siempre ha sido un tema recurrente en el western, pero aquí parece enlazar con la conciencia ecológica y los peligros de un futuro en el que la escasez de agua será cada vez mayor.

Pero ante todo, ‘Rango’ es un festival de Johnny Depp, a quien no es difícil imaginar como el camaleón protagonista, disfrutando como nunca con su repertorio más histriónico y locuaz. Depp está además muy bien secundado por un largo elenco que incluye, entre otros, a nada más y nada menos que Ned Beatty (el alcalde), Ray Winstone (Mal Bill), Bill Nighy (Cascabel Jake), Harry Dean Stanton (Balthazar), Timothy Oliphant (El espíritu del Oeste), Alfred Molina (el armadillo Roadkill), Isla Fisher (Habas) o la niña Abigail Breslin (la rata Priscilla).

Todos ellos dan voces a los personajes y al mundo que recrea de una manera apabullante Industrial Light & Magic. La factoría de Lucas, como no podía ser de otro modo, deslumbra en su primer film de animación alcanzando una perfección absoluta, rayando en lo enfermizo, en cada plano. Técnicamente es la mejor película de animación digital que se haya visto hasta la fecha (lo sentimos por Pixar), y mucho ojo a los escasos personajes humanos que aparecen en pantalla, porque también muestran un realismo nunca visto.

El detalle: Quien crea que lo ha visto todo en el cine, entenderá que estaba equivocado cuando suene la ‘Cabalgata de las Walkirias’ de Wagner, en el enésimo homenaje a la escena más imitada de ‘Apocalypse now’.

Y no nos olvidamos del cuarteto de búhos mariachis, lo mejor de la película.


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